martes, 14 de febrero de 2012

Osteoporosis y Movimiento



La Organización Mundial de la Salud define la osteoporosis como una enfermedad sistémica caracterizada por una masa ósea baja y un deterioro de la microarquitectura del tejido óseo, que conducen a una mayor debilidad ósea y en consecuencia, un aumento del riesgo de fracturas.
Los datos son impresionantes. En España se producen más de 50.000  fracturas de cadera cada año. Los costes generados por estas fracturas se estima que superen los 700 millones de euros anuales.
En nuestro país, más de 2,5 millones de personas sufren algún problema de osteoporosis, de ellos el 25 por ciento son hombres.  De acuerdo con los criterios diagnósticos de la OMS, se calcula que una de cada cuatro mujeres españolas mayores de 50 años sufre esta patología, probablemente otra de ellas tendrá osteopenia,  y se estima que una de cada tres mujeres españolas mayores de 50 años sufrirá una fractura osteoporótica (fundamentalmente en columna, cadera, o muñeca) a lo largo de su vida.

Estas cifras nos presentan ante la realidad de que aproximadamente la mitad de las mujeres mayores de 50 años que deciden hacer yoga, Pilates, o cualquier otra actividad física, tienen déficit de deposito de calcio y por tanto riesgo de fractura, aunque ellas no lo sepan. ( se estima que solo el 18% de los casos son diagnosticados).
La osteoporosis es además una enfermedad silenciosa, es decir, uno no siente nada hasta que, en el peor de los casos, una fractura severa pone en evidencia que el hueso ha perdido resistencia, o en el caso no menos preocupante, un día observamos que la ropa queda larga y la espalda se va curvando hacia delante.

 Como profesores de movimiento no podemos obviar esta realidad y sí asumir la responsabilidad que nos toca cuando nos presentamos ante un grupo de personas que vienen a nosotros con el fin de mejorar la funcionalidad de su cuerpo
Múltiples estudios demuestran que la actividad física es necesaria para el estimulo de la adecuada renovación ósea y deposito mineral.  Ya en los 80, Huddleston y su equipo observaron que la densidad de masa ósea en el brazo dominante de tenistas era superior. ¿Pero qué tipo de ejercicios debemos hacer y que objetivos deberían buscar estos ejercicios? . Por pura lógica lo primero que hay que considerar es que la actividad física no suponga NINGUN riesgo de fractura mientras se realiza. Segundo,  podemos y debemos prevenir que aumente el riesgo de fractura fuera de nuestra clase. Y por último, debemos proponer actividades que tiendan a estimular el desarrollo correcto del metabolismo oseo.

Dadas estas premisas, parece que cualquier técnica que desarrolle la conciencia corporal será adecuada para aplicarlas a personas que estén en riesgo de tener un déficit de deposito mineral en sus huesos.

La microarquitectura de los huesos no es uniforme en todo el esqueleto. Aproximadamente el 80% del esqueleto está construidas con hueso cortical, compacto, con fibras muy organizadas, y muy estable. El otro 20% está formado por hueso esponjoso o trabecular con una microtrama menos organizada, un alto nivel de ciclos mineralización-desmineralización y por tanto más sensible a la desmineralización. De hecho, el gran porcentaje de fracturas osteoporóticas ocurre en hueso esponjoso.



Al proponer movimientos a personas con Osteoporosis deberemos tener en cuenta que partes de la estructura esquelética van a verse sometida a presión y deberíamos asegurar que esa presión no provocara fuerzas de cizalladura que pusiera al limite la frágil microarquitectura del hueso osteoporótico, fracturándolo.
Así por ejemplo, el cuerpo de la vértebra formado  por hueso esponjoso es sometido a fuerzas de cizalladura durante la flexión de la columna . Si la mineralización no es la adecuada, la presión sobre la parte anterior del cuerpo vertebral puede ceder, provocando micro fracturas , en el mejor de los casos, y comprometiendo la funcionalidad del  cuerpo vertebral para sujetar la columna erguida.  Hay registrados casos de fractura severas de cuerpos vertebrales durante la ejecución de ejercicios no adecuados de Pilates, como la Guillotina.


Sin embargo, probablemente la mayor cantidad de fracturas que provoca la osteoporosis son micro fracturas desapercibidas que van poco a poco disminuyendo la resistencia de la parte anterior del cuerpo vertebral y provocando hipercifosis o excesiva curva hacia delante.
Visto esto, los movimientos que flexionan la columna deben de estar descartados en los entrenamientos con personas con baja densidad de masa ósea. De hecho, Sinaki y Mikkelson demostraron estadísticamente que los ejercicios de flexión de columna aumentan el riesgo de fractura 5 veces más que los ejercicios de extensión. Otros grupos de investigación observaron una correlación positiva entre la densidad de masa ósea y la fuerza extensora en columna.
En el repertorio de Pilates encontramos cantidad de ejercicios donde podemos trabajar y estimular la musculatura profunda de sostén sin tener que realizar flexión de la columna , sin asumir por tanto ningún riesgo sobre la integridad de los cuerpos vertebrales. De hecho, trabajar el concepto de columna neutra, disociación de cadera, adecuada movilidad de la cintura escapular etc.  nos permite reeducar la movilidad de nuestros clientes en sus actividades diarias. Como comenté antes, probablemente las microfracturas desapercibidas son las responsables finales de una espalda curvada hipercifótica, y estas microfracturas probablemente se ocasionan en actividades rutinarias como agacharse a recoger algo, estornudar, o simplemente sentarse en una mala postura. Si podemos correlacionar los ejercicios con el movimiento natural y diario de cada uno de nuestros clientes, enseñándoles a moverse con menor riesgo de fractura, probablemente estemos ayudando grandemente a no deteriorarse.
Otro punto frecuente de fractura es el cuello del fémur. Al igual que con el cuerpo de la vértebras, las fuerzas con cicalladura aumentan el riesgo de fractura considerablemente. Sin embargo el trabajo en carga en una relación neutra de fémur pelvis columna sería lo mas aconsejable. Caminar una hora diaria, debería estar en todas las recetas y rutinas dirigidas a prevenir las consecuencias de la osteoporosis.

Caso Práctico

Llevo dos años trabajando con J.R.L. mujer, 70 años y diagnosticada con Osteoporosis a raíz de una fractura de tobillo. A consecuencia de la operación realizada en el tobillo había disminuido la movilidad de este, y por tanto en la deambulación  se estaba provocando una compensación en todo el eje. Refería dolor en el hombro al  realizar abducción  del brazo, que también desarrollaba estrategias compensatorias.  Presentaba además una ligera hipercifosis.
Empezamos a trabajar con el objetivo de minimizar el riesgo de fractura tanto en las sesiones de trabajo como en las actividades diarias que realiza. Hemos trabajado con los conceptos de elongación axial, y disociación y mejora de movilidad de cadera y cintura escapular. El trabajo de alineamiento ha mejorado la distribución de cargas por lo que tanto el tobillo como la cintura escapular han mejorado su mecánica. La postura de J.R. ha mejorado acercándose más a su postura ideal, con una apariencia mucho más erguida. Realiza  ahora excursiones frecuentes al campo realizando marchas de más de diez kilómetros. La última densitometría mostró un ligero aumento de Densidad de Masa Ósea tanto en cadera como en columna, pero lo que es más importante es que ella se siente segura. Sabe moverse, sabe que movimientos debe evitar, y es capaz de realizar todas las actividades que se propone.

La mejora postural en personas mayores evita el riesgo de caidas y consecuentemente de fracturas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario